Dada la sensibilidad de los intereses jurídicos que manejamos en nuestra profesión, siempre es recomendable obtener una segunda opinión. La valoración de dos profesionales diferentes puede ser la mejor estrategia para obtener un mejor resultado. Obtener una segunda opinión de un profesional también refuerza la tranquilidad del interesado a la hora de afrontar un asunto delicado.